¿Qué es la alfabetización?
El término alfabetización alude al proceso y el resultado de alfabetizar. Esta acción (alfabetizar), por su parte, suele vincularse a la actividad que se desarrolla para que una persona pueda aprender a escribir y a leer.
Se llama alfabetización tanto al acto de enseñanza como a la capacidad adquirida por el sujeto que puede escribir y leer por su cuenta. Se trata de una instrucción básica y esencial para integrarse a la sociedad, ya que sin estos conocimientos resulta casi imposible que una persona pueda acceder a un trabajo bien remunerado y con posibilidad de crecimiento. La alfabetización también es necesaria para que el sujeto pueda defender y ejercer sus derechos.
Lo contrario a la alfabetización es el analfabetismo: quien no sabe escribir ni leer es analfabeto. Hay que tener en cuenta, de todos modos, que un ser humano puede tener capacidad para escribir palabras o mensajes básicos y para leer textos simples, pero sin embargo no tener las destrezas necesarias para analizar y comprender con precisión aquello que lee. En este caso, pese a contar con un cierto nivel de alfabetización, el sujeto será calificado como analfabeto funcional.
Procedimiento a través del cual una persona aprende a leer y escribir, dos acciones estrechamente asociadas al desarrollo personal y la posibilidad de comunicación con los otros. Por caso se trata de la enseñanza de la lectura y de la escritura, impartida por un maestro o profesor a un individuo que carece de tales conocimientos; normalmente está dirigida a niños en edad escolar y también a personas que ya no lo están.
Un poco de la historia de la alfabetización
Un proceso que en el pasado solo era asequible a las clases pudientes
La idea de alfabetización como un fenómeno masivo de toda la sociedad es una noción muy reciente si tenemos en cuenta que hasta no hace mucho tiempo (siglo XIX aproximadamente) los únicos que sabían leer y escribir solían ser siempre los sectores más altos de la sociedad, con poder económico y político como para gobernar y hacer lo que quisieran sobre las poblaciones sumidas en el analfabetismo.
Era un uso y costumbre extendido entre las clases altas de la sociedad de aquellos países menos desarrollados, de hace unos siglos atrás, que enviasen a sus hijos a estudiar al exterior, a Europa especialmente, para garantizarse una instrucción de elite, algo que era poco probable de lograr a raíz de las carencias educativas en países subdesarrollados.
La mala política la ha usado para dominar a las clases no instruidas
El poder del conocimiento les confería autoridad y superioridad y siempre la hacían valer, y quienes no disponían de estas capacidades no tenían más que someterse a las decisiones de quienes lo sabían todo.
Obviamente esta situación generó históricamente grandes brechas sociales entre alfabetizados y no alfabetizados, a estos últimos les quedaba únicamente la resignación y la realización de las tareas y oficios más duros, normalmente servirlos a los primeros.
Muchos gobiernos se han sostenido a lo largo de la historia gracias a este contexto. No hay peor retraso y desigualdad que la que produce la falta de educación, porque sin la instrucción correspondiente será imposible expresarse conforme, plantear lo que se desea, oponerse a las injusticias, entre otros.
Los políticos, o mejor dicho los dirigentes políticos mezquinos, que no buscan el bienestar de su pueblo sino que se mueven solamente por la satisfacción de sus propios intereses, están cómodos con la ignorancia de la gente y por caso la promueven.
No les interesa que la gente analfabeta se instruya porque de esta manera no serán manejables ni podrán doblegarlos.
Sin embargo, a partir del siglo XIX, los diferentes gobiernos y las sociedades cada vez más complejas comienzan a ver en la alfabetización una necesidad sumamente importante que, si bien en algunos momentos también fue utilizada para transmitir ideas políticas o culturales determinadas, en último modo permitirá a la sociedad crecer y desarrollarse como tal.
La alfabetización debe comenzar desde la etapa más tierna de los niños, alrededor de los 5 a 6 años cuando se considera que ya han pasado por etapas de aprendizaje de símbolos, formas, señas, etc. y pueden ahora dedicarse a comprender palabras e incluso algunos términos más abstractos.
La instrucción puede comenzar en casa pero es sin dudas la escuela la responsable de enseñar a los niños a leer y escribir en los primeros grados de la primaria.
Esto se irá complejizando cada vez más a medida que la persona desarrolle más habilidades y pueda comprender textos más complejos.
Hoy en día, la ONU, a través de su rama educativa UNESCO, lleva a cabo permanentes encuestas, informes y trabajos que buscan controlar y mejorar el nivel de alfabetización mundial, señalando aquellos países que muestran complicaciones en obtener un resultado aceptable y ayudando a que puedan alcanzarlo.
"Leer es equivalente a pensar con la cabeza de otra persona en lugar de con la propia". Frase de Arthur Schopenhauer.
Para mas información acerca de la alfabetización puedes acceder a este link https://es.unesco.org/themes/alfabetizacion?language
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